En este contexto, las expectativas y aspiraciones de las nuevas generaciones, especialmente los Millennials y la Generación Z, están transformando el mercado laboral. Estos jóvenes profesionales buscan más que un salario monetario; priorizan el propósito, el impacto social y la calidad de vida en el trabajo.
En Impulsa, comprendemos profundamente estos cambios y respondemos con nuestro enfoque pionero hacia el salario emocional. Este concepto clave abarca todas las compensaciones no monetarias que proporcionamos, las cuales tienen un impacto directo en el bienestar emocional, la motivación y el sentido de pertenencia de nuestros empleados. Desde el reconocimiento del esfuerzo individual hasta el equilibrio entre la vida personal y laboral, pasando por oportunidades de desarrollo profesional y un ambiente laboral que promueve la flexibilidad y el bienestar físico y mental.
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